La carga inalámbrica permite prescindir de los cables y enchufes a la hora de recargar la batería de un coche eléctrico, y ni siquiera es necesario que los ocupantes bajen del mismo. El coche se situa sobre una placa y, al alinearse ésta con la que lleva el propio vehículo, comienza la carga de la batería.
¿Cómo funciona?
Este procedimiento de transferencia de la electricidad se conoce con el nombre de inducción, y fue descubierto por el físico Michael Faraday en 1831. Faraday comprobó que al acercar dos bobinas y aplicar electricidad a una de ellas, se producía un campo magnético que inducía la corriente hacia la otra. En el caso que nos ocupa, estas bobinas se encuentran en las placas que hemos dicho que había en el lugar de carga y en el propio vehículo.
Este sistema de recarga de vehículos eléctricos fue diseñado en la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, y comercializado por la empresa HaloIPT. Si bien el sistema no aprovecha el 100% de la electricidad consumida, puesto que una pequeña cantidad se disipa por la naturaleza del proceso, las personas que lo han probado lo valoran positivamente por su simplicidad.
Además, de cara a su instalación en vías públicas, el sistema reduce el riesgo de vandalismo al poderse integrar en la calzada, y tiene un impacto visual nulo, puesto que no es como los actuales postes de recarga que empiezan a extenderse por las ciudades.
Autobuses italianos
Pese a no estar aún muy extendido, este método de recarga sí que está implantado en la flota de autobuses urbanos de las ciudades de Génova y Turín, en Italia. En estas ciudades, unas pequeñas flotas de autobuses eléctricos se recargan gracias a las placas inductivas instaladas en varias paradas a lo largo de sus recorridos. Por desgracia, el alto coste de manteminiemto de los vehículos eléctricos en comparación con los actuales autobuses diésel, hace que la iniciativa se encuentre con grandes obstáculos para extenderse a otras grandes ciudades europeas, pese a la opinión favorable de los usuarios.
WiTricity
En Estados Unidos, WiTricity ha patentado una nueva forma de transferencia de electricidad sin cables, pudiendo transferir más energia en cantidades más grandes y a más distancia de lo que permite la inducción. Varias empresas, tanto de electrónica de consumo (Intel, Apple…) como de automóviles (Toyota), se han interesado ya por esta tecnología para poder aplicarla a sus productos a corto plazo.