Los amantes de la cerveza no se cansan de citar que, junto con su sabor, tiene numerosos beneficios: reduce el colesterol, es antioxidante y recomendable para una dieta equilibrada.
A esta lista, sin embargo, hay que añadirle una nueva característica, que va a sorprender a más de uno: Su uso como biocombustible.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Cádiz acaba de desarrollar un proceso que permite aprovechar el residuo de la industria cervecera en diferentes tipos de productos y utilidades, una de las cuales es las producción de biocombustibles. Esto es posible porque los residuos de la cerveza contienen una cantidad de lípidos (5 %) y carbohidratos (20 %) que permite no sólo obtener biocombustible a partir de ellos, sino, y esto es lo importante, hacerlo de una forma rentable económicamente hablando. De esta forma se pueden reutilizar unos residuos, que de otra manera no tendrían ningún valor comercial.
Este proceso, que ya ha sido desarrollado a nivel de laboratorio, va a comenzar a producir biocombustible a nivel «real», en una planta piloto cercana a una industria cervecera de Cádiz, donde se va a comenzar a realizar el proceso de una forma industrial, para poder realizar su posterior comercialización.
Si este artículo te ha hecho desear tomarte una cerveza, aquí tienes el lugar idóneo para hacerlo.