Con el objetivo de conocer de forma más precisa la reacción de un cuerpo ante los accidentes, para poder desarrollar sistemas de seguridad vial más avanzados, el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) va a desarrollar un innovador proyecto que sustituirá los tradicionales «dummies» por cadáveres humanos, necesarios para aproximarse mucho más a las reacciones que puede tener el cuerpo humano.
Para realizar los ensayos de este proyecto, financiado por la UE y liderado por uno de los mejores investigadores del país, Juan José Alba López (@juanjo_alba), se utilizarán los medios existentes en el parque tecnológico Motorland de Teruel, en concreto el Laboratorio de Tecnologías y Sistemas para la Seguridad de la Automoción (TESSA).
A pesar de que a primera vista puede resultar un poco chocante utilizar cadáveres, gracias a ellos se van a poder comprobar la exactitud de las simulaciones efectuadas por ordenador, incidiendo especialmente, según indica Juan José Alba, en la resistencia de la columna vertebral, para crear soluciones técnicas que hagan más seguros los vehículos. Según cálculos efectuados, por cada ensayo realizado con un cadáver se pueden llegar a salvar hasta 60 vidas, motivo más que suficiente para utilizar esta técnica.
Sin duda alguna, pocas cosas puede haber más gratificantes que contribuir después de muerto a salvar nuevas vidas, por lo que cualquier proyecto en la línea de mejorar la seguridad vial será bien recibido en nuestras páginas.