Hace un tiempo dábamos a conocer en esta página el ambicioso proyecto que está desarrollando la empresa Solar Roadways para desarrollar carreteras solares, un nuevo tipo de carretera de vidrio, que pueda captar la energía del sol y convertirla en electricidad.
La idea es, sin duda, muy interesante, y ofrecería un alto valor añadido a las infraestructuras, permitiendo que la vía sirviera para varios fines. Sin embargo, como ocurre con ideas tan ambiciosas, suelen ser complejas de llevar a la práctica, y en ocasiones es mejor plantear soluciones más fáciles de implantar, que permitan resolver problemas concretos.
Por ejemplo, ¿cómo podríamos evitar la existencia de la peligrosa nieve en nuestras carreteras?
Para conseguirlo, el profesor Rajib Mallick, uno de los grandes expertos en la materia (profesor de Ingeniería Civil en el Worcester Polytechnic Institute), ha desarrollado un innovador sistema de absorción del calor de las carreteras, gracias a la implantación de unas tuberías especiales bajo el asfalto, llenas de un líquido resistente a la congelación. El líquido se calienta cuando el tiempo es bueno, y se almacena en unas cámaras aisladas, para posteriormente ser enviado a través de las carreteras cuando hace frío, pudiendo contribuir a eliminar el hielo/nieve de las mismas.
Aunque el coste del proyecto es importante (unos 10.000 euros por cada 50 metros), el profesor estima que ese coste se recuperaría en tan sólo 6 meses, al no precisar de tantos equipos para gestionar la vialidad invernal, porque las carreteras estarían en un estado mucho mejor.