La iluminación de nuestras vías urbanas e interurbanas está diseñada para permitir una conducción segura y cómoda durante la noche, mejorando la seguridad vial en los desplazamientos nocturnos y aumentando la seguridad de los conductores y peatones. Para determinar la iluminación (tipo de luminarias y distribución) que mejor se adapta a cada zona, tradicionalmente se tienen en cuenta tres factores:
- El tipo de vía (autopista, autovía, vía rápida o carretera convencional), su situación y trazado.
- Punto singulares: intersecciones, enlaces complicados y tramos especiales.
- Intensidad y composición del tráfico.
Para conseguir mejorar la iluminación de las carreteras, lo que debería llevar asociado un aumento de la seguridad vial en las mismas, la empresa Philips en colaboración con el Ministerio de Fomento está llevando a cabo dos interesante proyectos piloto en la Comunidad de Madrid.
- El primero de estos proyectos, implantado en la autovía que lleva de la ciudad al aeropuerto de Barajas, consiste en la colocación de luminarias LED de última generación «LED SpeedStar», que están controladas por el sistema CityTouch que permite atenuar o acentuar la iluminación punto a punto de manera remota y en función del tráfico. La unión de estas tecnologías permite reducir el consumo energético en un 80%.
- El segundo proyecto piloto, instalado en un tunel de la M40, también con luminarias de última generación LED y el sistema de regulación Dynalite, permite evitar deslumbramientos a la entrada del túnel al reducir controladamente los niveles de iluminación.
Las luminarias LED empleadas en estos experimentos están especialmente diseñadas para su uso en carretera. Con la tecnología empleada y su vidrio plano consiguen focalizar todo el haz de luz en la calzada evitando así enviar contaminación lumínica hacia el cielo. Además, son necesarias menos luminarias para un mismo tramo de vía que con la iluminación convecional.
Los sistemas de control empleados en estas instalciones también permiten disminuir el consumo energético y la contaminación lumínica (ya que se regulan en función del tráfico existente en ese momento) y además ofrecer otras ventajas muy importantes en la carretera. Pensemos por ejemplo en un accidente nocturno en la vía, el sistema puede intensificar la iluminación sobre ese punto de la carretera para facilitar las labores de emergencia.