De todos es conocida la gran tradición que existe en países del norte de Europa en el uso de la bicicleta como medio de transporte urbano. En países como Holanda, Suecia, Noruega o Dinamarca, sus ciudadanos utilizan la bicicleta para desplazarse a sus trabajos, al supermercado, o al cine, de forma habitual.
Precisamente es en Dinamarca donde, desde hace un par de años, se ha puesto en marcha un proyecto que va a suponer un nuevo impulso al uso de este transporte sostenible por parte de todos los usuarios. El proyecto consiste en la creación de una red de autopistas de uso exclusivo para bicicletas, formadas por carriles bici especialmente adecuados para permitir un tránsito fluido a un importante número de ciclistas, y que cuentan con una serie de particularidades que facilitan enormemente la circulación de los mismos:
- Las vías son planas y los servicios de limpieza las mantienen siempre limpias de hojas, hielo, nieve o barro.
- Los trazados son bastante rectos, tratando de evitar en todo lo posible los rodeos.
- La red cuenta con varias estaciones de servicio y apoyo con material para inflar las ruedas o reparar cualquier avería.
- Se cuenta con una señalización adecuada y homogénea en toda la red.
- Las vías están diseñadas para poder circular a velocidades elevadas y permitir adelantamientos seguros entre los usuarios gracias a sus dimensiones.
- En los cruces con las calles tienen prioridad.
- Circulando a una velocidad constante de 20 Km/h, un ciclista se puede encontrar todos los semáforos en color verde, en cada cruce con otras vías de la red.
Inicialmente la red constaba de 13 rutas que se han ido ampliando hasta conseguir alcanzar las 26 proyectadas, lo que configura un espacio global de 300 kms de vía dedicadas en exclusiva al transporte en bicicleta.
La red de autopistas para bicicletas cuenta, además, con una plataforma web en la que se pueden planificar las rutas, ver las estaciones de servicio, conocer la localización de las estaciones de recogida y entrega de bicis, y otros servicios de gran interés para los usuarios.
Ya hemos hablado en este blog de iniciativas en nuestro país para fomentar el uso de la bicicleta en el ámbito urbano y los pasos, todavía lentos, encaminados a modificar nuestras costumbres, en el uso de los transportes en la ciudad. Sin duda, este tipo de iniciativas llevadas a cabo en países con tanta tradición ciclística puede ser un magnífico espejo en el que mirarnos para seguir avanzando en esta línea.