Cada día se percibe con una mayor importancia el problema de la contaminación acústica en nuestras ciudades, una molestia que, cuando supera los límites razonables, puede provocar diversos trastornos tanto a nivel de la capacidad auditiva como a nivel psíquico.
Las autoridades europeas y los gobiernos de cada país han desarrollado leyes y directivas que tratan de imponer restricciones y sanciones a aquellos ciudadanos, empresas o maquinaria que supera los límites tolerables de ruido. Sin ir más lejos, la directiva europea 2002/49/CE insta a cada administración competente en la materia a realizar lo que se conoce como mapa estratégico del ruido, que es un instrumento diseñado para evaluar la exposición al ruido de las distintas zonas en cada ciudad con más de 100.000 habitantes, y poder tomar las medidas necesarias.
En estos mapas del ruido, se reflejan los siguientes indicadores:
- Lden: Nivel sonoro día-tarde-noche.
- Ld: Nivel sonoro equivalente del periodo noche.
- Le: Nivel sonoro equivalente del periodo tarde.
- Ln: Nivel sonoro equivalente del periodo noche.
Estos mapas, cuya información se obtiene de unos sensores colocados en las diferentes zonas de la ciudad, cada día se tienen más en cuenta en el desarrollo de los planes urbanos de movilidad y ordenación urbana, para tratar de evitar la existencia de zonas con unos niveles muy elevados de ruido.
Ayuntamientos como el de Barcelona, con su mapa estratégico de ruido, o Madrid, son pioneros en el uso de estos sistemas, cuya información está disponible en sus páginas web, para que cualquier ciudadano las pueda consultar.
Gracias a la elaboración de estos mapas pueden tomarse las medidas encaminadas a mejorar las condiciones acústicas de las zonas más conflictivas, entre ellas la reordenación del tráfico que es el principal causante del ruido en nuestras ciudades.
Comentarios: 3
Los comentarios están cerrados.