Los ciclistas, tanto en la ciudad como en carretera abierta, son junto a los peatones los usuarios de la vía que resultan más frágiles y vulnerables cuando se produce un accidente con un vehículo implicado. A pesar de las campañas de concienciación y las medidas de seguridad que se van implantando en las ciudades, como la proliferación de carriles bici separados físicamente, todavía es muy alta la siniestralidad de los ciclistas en nuestras carreteras. Los datos de accidentes de ciclistas a nivel europeo reflejan que alrededor del 50 por ciento de todas las muertes fueron provocadas por vehículos.
En la presente edición del Salón del Automóvil de Ginebra, Volvo ha presentado un sistema de seguridad para evitar los atropellos por alcance a ciclistas. Consiste en una mejora del sistema actual de control de presencia de Volvo y lo han denominado Pedestrian and Cyclist Detection with full auto brake que traducido es Detección de Peatones y Ciclistas con frenado completo automático.
El nuevo software incorporado al sistema permite un escaneo más rápido y eficaz del espacio que existe delante del vehículo. Para ello lleva instalado un radar integrado en la parrilla frontal, una cámara de alta definición instalada en el espejo retrovisor interior y una unidad de control central. El radar detecta los objetos delante del vehículo y determina la distancia hasta ellos, la cámara se usa para reconocer de qué tipo de objeto se trata y la unidad central se encarga de monitorizar todos estos datos recibidos y evaluar la situación.
Reconociendo el patrón del movimiento de ciclistas y peatones el sistema es capaz de detectar situaciones críticas como cuando un ciclista realiza una maniobra inesperada que lo sitúa en peligro inminente por atropello de nuestro vehículo. En ese momento el sistema alerta al conductor de la situación y aplica la máxima potencia de frenado posible para evitar la colisión.
En el siguiente vídeo se puede comprobar su utilidad: