Aunque a veces resulte increíble entender cómo puede llegar a ocurrir, conocemos no pocos casos en los que bebés o niños de corta edad son olvidados en los asientos traseros de los vehículos en los que viajan y son víctimas de un golpe de calor en jornadas calurosas de verano.
Para tratar de evitar estos descuidos con trágicas consecuencias existen en el mercado algunos sistemas que alertan al conductor cuando se aleja del vehículo y se detecta la presencia de un niño o bebé en el interior.
En Estados Unidos se ha publicado un estudio llevado a cabo por el Departamento de Transporte de la Administración de Seguridad de Tráfico en Carreteras (Department of Transportation's National Highway Traffic Safety Administration, NHTSA) en colaboración con el Hospital Infantil de Filadelfia (Children's Hospital of Philadelphia, CHOP) sobre la eficacia real de estos sistemas.
Allí, tras los accidentes de tráfico, el golpe de calor es la principal causa de muerte relacionada con vehículos de menores de 14 años. En el año 2011 murieron 38 niños por hipertermia en el interior de vehículos.
El estudio recoge pruebas sobre 18 sistemas de aviso. En general el funcionamiento de estos sistemas consiste en un sensor que se ubica bajo el niño (en el asiento o en un cojín) o en el sistema de retención del dispositivo en el que viaja. El conductor, por su parte, debe llevar un pequeño receptor que avisa de forma sonora en caso de detectarse que se aleja del bebé.
Según las conclusiones del estudio, estos sistemas tienen una eficacia limitada y no son fiables como medida preventiva de aviso. Ello es debido en unos casos a limitaciones tecnológicas, como la sensibilidad, variaciones en la distancia de la señal de aviso, posibles interferencias con señales de otros dispositivos electrónicos o, en otros casos, por causas provocadas, como derrame de bebidas líquidas o desarme del sensor por movimientos inesperados del niño.
Por ello, hacen una serie de recomendaciones que deberíamos tener todos en cuenta, ya que nadie estamos libres de estos descuidos fatales:
- Nunca dejar solo un niño solo en un vehículo, incluso si las ventanas están parcialmente abiertas o con el motor encendido y el aire acondicionado está encendido.
- Hacer que sea un hábito mirar el interior del vehículo, tanto la parte delantera como la trasera, antes de cerrar las puertas y alejarse.
- Contactar con el fabricante del sistema de aviso de bebés, en caso de que el sistema no funcione como se esperaba.
- Hacer cosas que sirvan de recordatorio de que un niño está en el vehículo, como dejar el móvil o un maletín en el asiento trasero, o colocar un peluche a la vista del conductor para indicar que el niño está en el asiento del coche.
- Enseñar a los niños que el coche no es para jugar y nunca dejar las llaves a su alcance cuando están dentro.