Usando drones para abastecimiento de poblaciones incomunicadas


En algunos lugares del mundo, especialmente en aquellos países menos desarrollados, resulta a veces complicado construir las infraestructuras viarias necesarias para comunicar convenientemente los núcleos poblacionales. La falta de carreteras o vías de comunicación terrestres bien acondicionadas dificultan ya no solo el progreso económico si no incluso el necesario abastecimiento de los productos más básicos.

En un artículo del portal CNN Español nos presentan una posible solución a este tipo de situaciones que viene de la mano de las empresas Matternet y Aria nacidas en Silicon Valley. Juntamente han desarrollado una idea que ya han puesto en práctica en Haití y República Dominicana. Se trata de una red itinerante de aviones no tripulados automatizados, llamados drones, capaces de transportar cargas de hasta 2 Kg. de peso y que sirven para conectar zonas rurales y subdesarrolladas aisladas.

Este tipo de aviones tienen una autonomía de unos 10 kilómetros por lo que es necesaria una red de centros de actividad y recarga llamados hubs posicionados de manera estratégica. Los drones llegan a estas estaciones de recarga y tras llenar sus baterías reemprenden la marcha hasta la siguiente estación o su destino final.

Si este sistema se llega a implantar para uso real, el control de la red de drones y sus cargas serían manejados por un sistema operativo automatizado. Las órdenes a los drones y las solicitudes de material podrían ser gestionadas de manera remota mediante tecnología de telefonía móvil.

La principal aplicación de esta tecnología sería el abastecimiento de productos de necesidad básica como medicamentos a lugares aislados de manera permanente o temporalmente por causas naturales como inundaciones o terremotos.

Echando la vista al futuro, si esta tecnología evoluciona también podría ser empleada para mejorar los sistemas de transporte y distribución en las grandes ciudades.

Según unas pruebas realizadas en Lesoto, una red de 50 estaciones base y 150 drones, supusieron una inversión de 900.000 dólares. Algo mucho mejor, siguiendo sus cálculos, a la creación de una carretera de 2 kilómetros y un solo carril valorada en un millón de dólares.