La posibilidad de incorporar la tecnología de motores eléctricos en vehículos pesados de transporte como camiones o autobuses que deban recorrer grandes distancias es inviable a día de hoy. Las características de estos vehículos y de los trayectos que realizan requerirían de unas grandes y pesadas baterías, para acumular la suficiente energía con la que poder completar los trayectos, que no dejarían espacio para la carga que debieran llevar.
El Grupo Volvo junto a la empresa Alstom están participando en un proyecto de investigación con el apoyo de la Agencia Sueca de Energía en la que se está buscando una solución que consiste en que se suministre energía al camión o autobús por medio dos líneas eléctricas incorporadas en la superficie de la carretera a las que puedan conectarse.
Las líneas estarían ubicadas en ciertos tramos de la carretera y solo estarían activas cuando el vehículo pasase por uno de ellos. Para poder recibir la energía para recargar las baterías, cada camión o autobús debe llevar incorporado un brazo mecanizado que se pone en contacto con las líneas eléctricas de la carretera cuando pasa sobre ellas. De esta manera estos pesados vehículos eléctricos podrían ser recargados en marcha continuamente evitando la necesidad de que incorporen grandes baterías.
El año pasado, Volvo construyó una pista de 400 metros con esta infraestructura en su centro de pruebas en Hällered a las afueras de Gotemburgo y, desde otoño, llevan realizando pruebas de este sistema.
Para poder implantar esta tecnología serían necesarios muchos pasos previos como la construcción de carreteras con esas líneas eléctricas, establecer los mecanismos de seguridad y mantenimiento e incluso estudiar los posibles métodos de pago por la captación de la energía suministrada. Pero en la creación de sistemas de transporte sostenibles, investigaciones pioneras como ésta en recarga de baterías en marcha son fundamentales para cuando aquellos aspectos previos puedan resolverse.