Las lunas del automóvil, además de permitir la visión y proteger del viento, el polvo o la lluvia a las personas que viajan en él, son un elemento básico en la seguridad de los ocupantes del vehículo. La evolución en los materiales y métodos de construcción han conseguido aumentar la seguridad en caso de accidente. El parabrisas y las lunas forman parte de la estructura y evitan el aplastamiento en caso de vuelco. Además, su construcción laminada evita que se hagan añicos y dañen a los ocupantes.
Gorilla Glass es un material sintético transparente que es fabricado por la empresa Corning y que es utilizado por muchas de las marcas más conocidas de teléfonos y dispositivos móviles para sus pantallas táctiles. Hemos conocido que el fabricante BMW pretende incorporar este material en su próxima generación de lunas para el modelo BMW i8 fabricado en serie. Gorilla Glass posee unas características que lo hacen muy interesante para su uso en automóviles:
- No se raya
- Es duro
- Pesa poco
- Es duradero
- Ayuda en la insonorización
La idea de BMW es usarlo de momento en la luna trasera. Su reducido peso permite ahorro de combustible y bajar el centro de gravedad del vehículo, lo que lo hace más estable. Este material además amortigua mejor el sonido, con lo que se consigue una mejor insonorización del habitáculo. Y todo ello sin perder en seguridad. Su composición, también laminada como las lunas tradicionales, incorpora dos capas de 0,7 mm intercaladas con otra lámina acústica cuya resistencia final guarda los estándares de calidad y seguridad exigidos a este tipo de lunas.
La investigación en nuevos materiales y su incorporación en los vehículos puede ayudar a aumentar la seguridad y a reducir el consumo y la contaminación de los automóviles.