El concepto de ciudad inteligente, aquella que es capaz de obtener información de diferentes dispositivos conectados, tratar dicha información y ofrecer servicios de utilidad a sus ciudadanos, cada día está más presente en nuestras regiones, que tratan de aprovechar las ventajas que la tecnología ofrece para mejorar la vida de sus ciudadanos.
Aunque en España tenemos varios modelos, como Barcelona o Santander, de cómo evolucionar hacia una ciudad inteligente, como vemos en el blog de edriel.com, pocas metrópolis representan mejor cómo debe ser una ciudad inteligente que Chicago, la tercera ciudad con mayor población de los Estados Unidos.
La ciudad cuenta con una avanzada plataforma de análisis de datos llamada Cuadrícula de Vientos (no hay que olvidar que a Chicago se le conoce como la ciudad de los vientos), que muestra información detallada de 12 recursos diferentes que permiten hacer una radiografía perfecta de la ciudadel estudio de estos datos se pueden desarrollar políticas urbanas precisas, así como reaccionar rápidamente y evitar cualquier tipo de incidencia en la ciudad.
Además, la ciudad cuenta con diferentes servicios conectados a Internet, como lo contenedores de basura, que emiten un aviso para ser recogidos cuando están llenos, o sensores para detectar el tráfico exacto en cada zona y poder establecer las rutas óptimas a seguir.
Junto con esto, se han instalado sensores por toda la ciudad para medir todo tipo de variables relacionadas con el medio ambiente, la temperatura, humedad, luz o ruido, con el objetivo de poder detectar al instante aquellos lugares más problemáticos, y tomar las medidas que minimicen dichos problemas.
La idea es muy sencilla, utilizar toda la tecnología que ya está alcance de las ciudades para ofrecer una mejor vida a sus ciudadanos. En el vídeo mostrado a continuación, se explica un poco más a fondo todo el proceso seguido: