El posible impacto que tendrán los vehículos autónomos en nuestras vidas es un tema que ya hemos tratado en diferentes ocasiones en Tecnocarreteras, donde ya elaboramos un dossier que trataba, entre otros aspectos, los beneficios que podrían tener asociados los vehículos autónomos.
Los expertos en esta materia coinciden en que uno de los cambios más significativos que traerá el modelo de vehículos autónomos estará relacionado con la propiedad y el uso del vehículo, que se asemejará mucho más a lo que hoy ocurre con los aviones – prácticamente nadie tiene uno, y sólo se usa cuando se necesita –. La aparición de estos vehículos provocarán una serie de cambios en cadena, sin duda muy interesantes, desde el propio rediseño completo de los vehículos, que serán muy diferentes a los actuales, hasta las infraestructuras tal como las conocemos, pensadas para otro tipo de entorno y realidad.
Donde ya son más escépticos es acerca de si el uso de los vehículos autónomos puede contribuir de una forma muy significativa en mejorar la seguridad vial en las carreteras y, en último lugar, cumplir el objetivo marcado en el programa Visión Cero de eliminar los accidentes en las vías.
La reducción de determinados riesgos, los relacionados con los errores humanos del conductor, se verá compensada por problemas causados en el software o hardware del vehículo, aunque de forma global, parece claro que se deberían reducir los accidentes.
Lo que sí se verá beneficiado, sin duda, es la gestión del tráfico, donde la información compartida en tiempo real, y gestionada eficazmente por cada vehículo puede llevarnos a un entorno mucho más eficiente, sin los habituales atascos de la actualidad.
(Este artículo pertenece a la serie Conociendo la opinión de los expertos del sector acerca de cómo será la gestión del tráfico, carreteras y movilidad dentro de 20 años, que toma como fuente de información un reportaje de la revista Traffic Technology Internacional).