La gestión del tráfico implica tomar medidas que afectan a personas, las cuales no siempre tienen un comportamiento racional o intuitivo ante los estímulos, lo que lleva a situaciones que, a priori, nunca nos esperaríamos.
Gracias al blog de citylab, a continuación vamos a recopilar las más significativas:
- 1.- Aumentar el número de carreteras no consigue mejorar el tráfico, sino que, en la práctica, lo que provoca únicamente es un aumento del número de vehículos en ellas, como vemos en el siguiente post.
- 2.- No siempre contar con medios de transporte adicionales en la ciudad (nuevas rutas de autobús, tranvía o metro) proporciona una reducción de la congestión del tráfico, por una explicación muy parecida al esquema mental que provoca el anterior punto
- 3.- Los carriles bici no tienen por qué empeorar el tráfico, siempre que se efectúe un diseño apropiado tanto de estos carriles, como del espacio necesario para los carriles de los vehículos (que en ocasiones es menor del existente).
- 4.- Vías más anchas para vehículos no implican vías más seguras, porque inducen al conductor a ir más rápido (bajo la sensación de seguridad de tener más espacio), con lo que finalmente convierte una ventaja en un problema, que crea más accidentes.
- 5.- El carril de al lado no tiene un tráfico más fluido, por mucho que a todos los conductores nos de esa impresión cuando el tráfico está congestionado, y se tan habitual ir de uno a otro tratando de ganar unos pocos segundos.
- 6.- Muy pocos coches pueden evitar la aparición de un atasco, a pesar de que la intuición nos podría indicar que esto sólo sería posible si se eliminaran una gran cantidad de ellos.
- 7.-Aspectos psicológicos que influyen en la generación de atascos, y que parecen poco intuitivos en general, como vemos en el siguiente enlace.
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