Era cuestión de tiempo que los semáforos pasaran de ser meros elementos estáticos que ofrecían una información basada en temporizadores a sistemas inteligentes, dinámicos, capaces de interpretar el tráfico existente en cada momento y sincronizarse de la mejor forma posible para regular la circulación.
Este innovador sistema de semáforos es el que funciona, según podemos leer en Business Insider, en la localidad de Pittsburgh, donde se ha implantado la tecnología inteligente de Surtrac para controlar más de 50 intersecciones de la región, con una mejora considerable.
Los datos obtenidos, comparados con los previos existentes, no dejan lugar a duda: los tiempos en los viajes se han reducido en un 25 %, y los tiempos de espera en un 40 %. Menos espera supone menos contaminación, menos tiempo perdido y, en definitiva, una importante mejora económica y de seguridad.
La verdadera esencia del sistema radica en que, por una parte, recopila individualmente la información de todos los elementos que intervienen en la intersección (con cámaras y radares para detectar vehículos y peatones), para posteriormente analizarla de forma global y ofrecer las mejores soluciones al instante, para toda la red viaria.
Gracias a este sistema, cuando en un área determinada empieza a aparecer más tráfico, los otros semáforos de la región se ajustan automáticamente, siguiendo un conjunto de algoritmos patentados, que se han ido mejorando a lo largo del tiempo.
El resultado es una ciudad más inteligente que funciona más como un organismo vivo que se adapta en todo momento a las necesidades existentes, y uno un ente estático, como ocurre en muchas ocasiones en la actualidad.
Todavía estamos lejos de ver un entorno con únicamente coches autónomos, por lo que es importante seguir mejorando los sistemas que forman parte del día a día de nuestras ciudades, para conseguir un tráfico más fluido y, en definitiva, un tráfico más seguro.
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