Pocas cosas resultan tan atractivas para el ser humano como tratar de predecir el futuro, y bajo esta premisa, en Diario de Teruel han contactado con diversos expertos para que hagan un ejercicio de imaginación, y den su opinión sobre lo que nos encontraremos dentro de 100 años.
En la parte que nos afecta, la relacionada con las carreteras, el experto elegido ha sido Carlos Casas (Ingeniero del Ministerio de Fomento – Jefe de Conservación de la Unidad de Carreteras de Teruel), y bajo el título 2117: Hubo una vez carreteras, trenza un interesante relato que va desde el pasado hasta el hipotético futuro.
Los interesados pueden descargar el artículo entero en el archivo que acompaña este post, y a continuación reproducimos las partes específicas relacionadas con cómo puede ser el futuro en el sector de las carreteras:
El incipiente desarrollo de la interconexión digital global que hoy disfrutamos, basada en una completísima georreferenciación, permitió desarrollar los primeros vehículos sin conductor, la mayor parte de ellos con motor eléctrico, no contaminantes y bastante seguros, al menos para los antiguos estándares de 2017.
Pronto sobraron las señales de las carreteras (unos antiguos paneles metálicos que salpicaban sus márgenes e indicaban peligros, destinos y prohibiciones, alguno de los cuales puede observarse en el museo de carreteras de Teruel, que acaba de cumplir cien años), también se eliminaron los semáforos con regulación fija, las marcas viales… ¿Para qué servían, si los vehículos podían adecuar su marcha perfecta y autónomamente a las circunstancias de la circulación y del entorno, merced a la información que recibían en tiempo real desde la nube digital?
El desarrollo de nuevos materiales, como el grafeno, ya conocido hace cien años, permitió entre otras cosas ampliar la capacidad de almacenamiento de energía, vital para lanzar el desarrollo de los primitivos drones. Los vehículos de transporte estuvieron preparados pronto para abandonar el contacto con tierra. La exacta georreferenciación y los nuevos desarrollos digitales permitieron guiar a estos vehículos por carreteras virtuales (nuestras dronopistas). Fue el final de aquellas infraestructuras que se apegaban al terreno, que lo transformaban con movimientos de tierras, que precisaban imponentes viaductos y túneles, que costaba tanto mantener…