Después del parón que han sufrido las ciudades de todo el mundo, por el confinamiento de sus ciudadanos, poco a poco se va volviendo a la «normalidad», pero en muchos sitios se está aprovechando para buscar fórmulas que permitan una movilidad más sostenible en el futuro.
Esta crisis, que tiene muchos aspectos negativos, debería traernos como aspecto positivo el replantear de una vez la movilidad en las ciudades, buscando fórmulas menos contaminantes, que prioricen modelos de transporte sostenibles, y que permitan que las ciudades vuelvan a ser de los ciudadanos, con un aire limpio, y unas zonas por las que poder transitar.
Aumentar las zonas de carril bici tiene que ser una iniciativa generalizada, porque permite apostar por un transporte limpio, individual y económico, que usaría un importante número de personas si hubiera los medios adecuados.
Ahora que el teletrabajo cada vez va a cobrar más importancia, es el momento de tomar medidas valientes que vayan en la línea de reducir la contaminación en las ciudades, y aprovechar para que al menos esta crisis nos traiga algo bueno.