Camineros, de la senda a la autovía, un libro imprescindible de Carlos Casas


Un homenaje, en forma de libro, a aquellos trabajadores que consiguieron a lo largo del tiempo que los caminos y carreteras estuvieran conservados de la mejor forma posible, es lo que ha realizado Carlos Casas es su nueva obra titulada Camineros, de la senda a la autovía.

En relación al autor, como bien saben todos los profesionales de este sector, se trata de una de las personas con mayor conocimiento del sector de las carreteras a nivel nacional, jefe de la Unidad de Carreteras de Teruel hasta su reciente jubilación, creador del blog Historias de Carreteras, e impulsor del Museo de Carreteras de Teruel.

Respecto a la obra, de recomendable lectura, indicamos a continuación la información suministrada por la editorial:

  • Título: Camineros, de la senda a la autovía
  • Autor: Carlos Casas Nagore
  • ISBN: 978-84-17999-45-2
  • Editor: IET
  • Lugar de edición: Teruel
  • Año de edición: 2021
  • Tipo de encuadernación: Rústica
  • Páginas: 444
  • Dimensiones: 17x24cm
  • Breve sinopsis:
    Monografías Turolenses, 18

» ABANDONADOS los excelentes caminos romanos, la senda fue durante siglos el lazo habitual que permitió la comunicación entre pueblos y ciudades y la mula el animal de carga típico en España. Los puentes eran un lujo que se reseñaba en las guías camineras. La evolución desde la senda hasta las modernas autopistas ha sido brutal, pero muy reciente. Hasta 1761 el Estado no asumió la construcción de carreteras y en la provincia de Teruel el proceso constructivo fue muy lento y tardío. Estas primeras carreteras se diseñaron pensando en sus usuarios, carros tirados por tracción animal. No importaba el radio de las curvas, siempre que la pendiente fuera pequeña. La revolución del automóvil lo cambió todo, ya en el siglo XX.

El presente libro trata sobre la historia de las carreteras en la provincia de Teruel. Recuerda a quienes recorrieron sus sendas y caminos durante siglos, a los peligros y penalidades que sufrieron y a sus lugares de descanso. Un capítulo está dedicado a los puentes de piedra, que aliviaron el paso por determinados lugares. También evoca a quienes conservaron históricamente sus carreteras, los sacrificados peones camineros. El resto es la historia de la construcción de la red viaria que estructura la provincia, desde el primer tramo de carretera finalizado hacia 1802 entre Teruel y el puerto de Escandón hasta la autovía Mudéjar, sin olvidar aquellas grandes obras que todavía están pendientes de construir a día de hoy. En el fondo, es una historia de esperanzas y de muchas decepciones

Un libro imprescindible para los amantes de las carreteras, y un merecido reconocimiento para aquellos que trabajaron en conseguir que estuvieran en las mejores condiciones.