Un simple vistazo a una tradicional intersección de cuatro vías nos hace comprobar rápidamente que es fuente potencial de peligros donde, sin ir más lejos, los vehículos tienen 32 zonas posible de choque unos con otros, en las uniones de las calzadas.
En la zona común de la intersección se concentra el punto neurálgico del peligro, con el añadido de que las colisiones se producen entre vehículos que circulan de forma completamente perpendicular, formando un ángulo recto, lo que hace que los choques sean todavía más traumáticos.
Este complejo problema desde siempre ha sido abordado por los gestores de infraestructuras, buscando soluciones que consiguieran reducir el riesgo sin ocasionar problemas adicionales. Uno de los recursos sustitutivos más habituales para este tipo de intersecciones es la presencia de rotondas, que consiguen reducir enormemente los puntos conflictivos. El problema de esta solución es que ralentiza enormemente el tráfico, con lo que el desafío es conseguir aportar soluciones para vías mucho más ocupadas. Es en este punto donde surgen interesantes alternativas.
El diseño conocido como media vuelta en U, o Michigan Izquierda (que cuenta incluso con una explicación detallada en la wikipedia), resuelve en parte el problema, obligando a los conductores a realizar un giro en forma de U, que aunque es menos directo que la primera opción, resulta más seguro, consiguiendo un flujo del tráfico más fluido que en las rotondas.
Sin embargo, ésta no es la única solución que han planteado los ingenieros de transporte y diseño de carreteras. En este caso, destacan mucho los esfuerzos realizado en la Universidad de Maryland, especialmente del especialista John Sangster, para buscar plantear nuevas alternativas novedosas, diferentes y, en muchos escenarios, mucho más eficaces que las tradicionales. Cada una de ellas cuenta con un vídeo explicativo para reflejar mejor el tránsito que ofrecerían estas vías, ante escenarios de tráfico más fluido. Indicamos a continuación el link al vídeo de las diferentes alternativas propuestas:
Son diseños complejos, originales, y que deben ser bien analizados antes de decidirse a su implantación, teniendo en cuenta que no funcionan correctamente en todos los escenarios – por ejemplo, dificultan la circulación de bicicletas o el tránsito de personas – , pero que podrían resultar muy eficaces en muchos cruces existentes.