El efecto Doppler es un fenómeno físico relacionado con las ondas sonoras o electromagnéticas, y más concretamente con el cambio de posición de su emisor o su receptor durante la emisión de las mismas, y el modo en que el otro actor, estático, las percibe. Pese a este nombre tan extraño, y que se debe al físico austríaco Christian Andreas Doppler, todos experimentamos este efecto en nuestra vida diaria. ¿Has notado alguna vez cómo cuando una ambulancia se acerca a ti, su sonido es diferente del que tiene en el momento que ya pasa de largo? Pues eso es el efecto Doppler.
Este efecto facilita el conocimiento de muchas características de objetos en movimiento, o de cualquier elemento capaz de reflejar una onda. Por ejemplo, este efecto se utiliza para detectar la precipitación caida en un área determinada mediante un radar (seguro que alguna vez has visto también los típicos mapas de lluvia, con esos colores azules y verdosos representados sobre la superficie terrestre).
Pero pese a que la meteorología también es un mundo muy interesante, hoy queremos desvelaros la relación existente entre el efecto Doppler y las carreteras: los radares de velocidad. Así es, mucha gente piensa que los radares de velocidad funcionan midiendo tiempos de reflejos de rayos y otras historias, pero lo cierto es que estos dispositivos miden la velocidad utilizando el fenómeno del efecto Doppler.
Un radar está en un punto fijo, y emite una serie de ondas hacia la vía. Cuando pasa un vehículo, estas ondas son distorsionadas. Pensemos en el ejemplo de la ambulancia: cuando cambia el sonido es porque la longitud de onda ha sufrido una variación. Lo mismo ocurre con los radares, lo único que al tratarse de ondas electromagnéticas nosotros no las podemos percibir. De cualquier modo, aún utilizando este método, resultaría complicado medir la velocidad de un vehículo, puesto que la variación es muy pequeña, dado que las ondas electromagnéticas viajan a una velocidad cercana a la de la luz, así que para poder averiguar la velocidad del vehículo, lo que se hace es comparar la onda que se ha modificado con otra onda sin modificar, y entonces sí, por superposición, el radar puede calcular la velocidad del objeto sobre el que ha rebotado la onda.