En Berlín se están comenzado a colocar en las principales intersecciones de la ciudad, unos sensores desarrollados por la empresa Sensys Network para poder controlar el tráfico.
El objetivo es ser capaces de identificar, en tiempo real, lo que pasa en cada zona de la ciudad, es decir, conocer el tráfico de coches, pero también de bicicletas, motos y otros medios de transporte que pasan por estas zonas más transitadas, para poder mejorar el tráfico en las mismas tanto a corto plazo (ante posible situaciones de atasco poder derivar el tráfico a otras zonas) como a medio (para planificar conociendo bien toda la información).
Además, el tipo de sensor colocado en el suelo es inmune a la interferencia electromagnética, lo que permite la detección precisa de bicicletas incluso en presencia de tranvías, motivo que lo convierte en un sensor idóneo para su implantación en las ciudades.
Una solución sencilla y económica que permite tener información del tráfico en tiempo real y facilitar el trabajo de los gestores de tráfico de la ciudad.