Al igual que ocurre en otras de las principales ciudades importantes, en muchas de las calles y carreteras de Copenhague se superan los valores máximos de contaminación y ruido fijados por la Unión Europea.
Esto es un problema importante, que para una ciudad que aspira a ser un ejemplo en sostenibilidad y respeto al medio ambiente se ha convertido en algo prioritario de solucionar.
Para conseguir atajar el problema, se han instalado en diferentes zonas de la ciudad unas cajas integradas por sensores que permiten conocer, en todo momento, diferentes aspectos de interés, como el nivel de CO2, ruido, humedad del aire o intensidad de la luz, entre otras.
El sistema, basado en tecnología abierta, permite también detectar los automovilistas, ciclistas y peatones que pasan, gracias a un sensor de infrarrojos, y su información permite ofrecer en pantallas interconectadas información de interés, por ejemplo relativas a avisos cuando la carretera puede estar helada o hay mucha nieve, o para conseguir reducir el tráfico, con el objetivo de disminuir la contaminación (acústica o medio ambiental) en determinados momentos del día.
En Tecnocarreteras hemos hablado en numerosas ocasiones del importante problema que supone la contaminación en nuestras ciudades, y en el artículo de Medidas que se están tomando (y otras que se deberían tomar) para reducir la contaminación en nuestras ciudades, ya indicamos la necesidad de contar con sistemas de estas características para medir lo que pasa, y poder actuar en consecuencia.
Reducir la contaminación es un objetivo que cada día se están tomando más en serio los gestores de las ciudades, para ofrecer una mejor calidad de vida a sus usuarios.