Aunque cada vez se habla más de sistemas inteligentes de todo tipo para la gestión del tráfico y la movilidad, todavía estamos en los inicios del uso de estas tecnologías, y aún no se vislumbra el potencial real que puede tener la aplicación integrada y funcional de todas ellas.

Además de aspectos generales como mayor seguridad o menor tiempo en los desplazamientos (al reducir atascos), y esperando la revolución total (de la irrupción del vehículo autónomo) a la que se tiene que llevar de manera progresiva, podemos mostrar algunos beneficios en el tráfico y la movilidad que se pueden obtener con algunas tecnologías existentes:

• Sistemas que permitan evaluar el volumen de tráfico de ciclistas, detectar su presencia y avisar a vehículos cercanos para que extremen la precaución.
• Ajuste dinámico de la sincronización de los semáforos para optimizar el flujo del tráfico en función de la situación de cada momento.
• Un sistema que permita recibir alertas en tiempo real sobre la situación del tráfico o el tiempo, personalizadas a cada usuario y a su geoposición.
• Mecanismos que permitan la comunicación real entre vehículos (C2C) o entre vehículos e infraestructuras (C2X).
• Tecnología que permita avisar sobre lugares donde aparcar (vacíos), y mejores rutas a seguir para llegar a cualquier destino.