En la búsqueda por conseguir un entorno más ecológico y sostenible, surge este interesante proyecto que va a permitir reutilizar dos elementos de tan difícil eliminación como son el plástico y el caucho, para asfaltar carreteras. Gracias a esto se consiguen matar dos pájaros de un tiro; por una parte se aprovechan unos materiales que se acumulan en vertederos, son de difícil eliminación y causan un gran daño al medio ambiente, y por otra parte se ahorra al utilizar materiales ya existentes para asfaltar las carreteras.
Para que nos hagamos una idea de lo que podría suponer la implantación efectiva de esta iniciativa, basta indicar que con tan sólo un 5 % de penetración de esta nueva mezcla en el mercado de asfalto se podrían reutilizar 22.500 toneladas de residuos de plástico y otras 11.250 de neumáticos desechados.
Además, según los expertos, este nuevo tipo de carreteras presentarían otras ventajas con respecto a las tradicionales, al ser más seguras, resistentes a la oxidación y a las deformaciones típicas del firme por los cambios de temperaturas extremos.
Después de la exitosa prueba que se ha realizado en la autovía de Almería (en la que se emplearon 2000 toneladas de plástico reciclado), se pretende empezar a expandir este sistema, siendo la siguiente acción a realizar el asfaltado de un tramo de dos kilómetros de carretera de Madrid, con este innovador modelo.
Este proyecto ha sido posible gracias a la alianza establecida entre cuatro miembros: El Instituto Tecnológico del Plástico Aimplas, Acciona, la consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid y la Universidad de Cantabria (su grupo de investigación Giteco).
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