Qué se entiende por un coche de hidrógeno


La semana pasada vimos cómo el director de e-movilidad de General Motors en España indicaba en las jornadas PROCOM 2011, que la tecnología del futuro en la propulsión de los vehículos va a ser el hidrógeno, así que vamos a dedicar el FAQ hoy a explicar qué se entiende por un coche de hidrógeno.

Ante la paulatina escasez del petróleo, y sus efectos contaminantes, es necesario buscar nuevas fuentes de energía que sean más eficientes y respetuosas con el medio ambiente.

A pesar de que no existe unanimidad en el tema, son numerosos los expertos que indican que el futuro de los coches pasa por el hidrógeno como fuente de energía para la propulsión, debido a que es un elemento que genera más potencia en la relación/peso que cualquier otro combustible, y es muy poco contaminante (sólo libera vapor de agua tras su combustión).

Existen dos tipos de motores que se alimentan de hidrógeno:

  • Motor propulsor de explosión, en donde el hidrógeno se quema, de la misma forma que la gasolina en la actualidad, lo que permite seguir usando buena parte de los modelos de coche actuales (la tecnología varía muy poco).
  • Motor de pila de conversión, que son movidos por la electricidad producida por el hidrógeno y llevada a las baterías que la almacenan. Este vehículo se considera completamente ecológico.

Las ventajas son obvias, pero es necesario también detenerse en los problemas que en la actualidad tienen el uso de este elemento, y que está ralentizando su popularización como fuente energética:

  • Al ser un gas inestable y explosivo, se complica enormemente su almacenamiento (requiere estar a temperatura muy baja, menor de 250 grados, o a presión mayor de 700 bares), lo que dificulta llevarlo de forma segura en coches y obliga a tener mayores depósitos de combustible.
    • Por contra, tiene la ventaja de que es fácil de mover, no tiene pérdidas como la electricidad y se recarga como si fuera gasolina.
  • La creación del hidrógeno en la actualidad o es cara todavía (la realizada mediante la electrolisis), o no es tan ecológica como se desearía (la que se realiza a partir de combustibles fósiles).
  • El coste de producir este tipo de vehículos, debido al tipo de tecnología empleada (fundamentalmente los de motor de pila de conversión) es todavía muy elevado, pudiendo ser un 50% más caros que su versión tradicional.
  • La red de abastecimiento, al igual que ocurre con los coches eléctricos, es el verdadero cuello de botella de este sistema (con el añadido de que este tipo de vehículos no se pueden recargar en las casas, como se tiene pensado con los eléctricos), con lo cual sin solucionar antes este problema, es inviable la adopción de esta tecnología por parte de los usuarios.

Teniendo en cuenta todo esto, ¿qué se impondrá en el futuro, el coche eléctrico, o el coche de hidrógeno? Aquí os pongo un interesante enlace que debate precisamente sobre este tema.

A continuación vemos un vídeo donde se explica gráficamente el funcionamiento de un motor de hidrógeno.