Usando los vehículos de transporte público como sensores de la calidad del aire en las smartcities


Una de las áreas principales de actuación a la que prestan una atención especial aquellas ciudades que denominamos smartcities es el del cuidado del medio ambiente, que incluye la gestión eficiente de los recursos naturales, la reducción de la contaminación en su entorno y la predicción meteorológica y alérgica. Para poder llevar un control en las distintas áreas de la ciudad de los diversos factores que influyen en la contaminación ambiental, los responsables de estas smartcities necesitan recopilar información por medio de sensores que captan la concentración de las partículas que influyen en la calidad del aire.

En el recientemente celebrado XIII Congreso Nacional sobre Sistemas Inteligentes de Transporte, en la sesión dedicada al tráfico urbano, la empresa Prometeo Innova realizó la presentación de su proyecto OARION dentro de su ponencia titulada «Mapas dinámicos de contaminación mediante nanosensores embarcados«.

Hoy en día las ciudades ya disponen de estaciones de medida de la calidad del aire, sin embargo, éstas presentan algunas limitaciones:

  • Son casetas plagadas de sensores
  • Tienen un alto coste
  • Son fijas y no evolucionan con la ciudad
  • Su número es relativamente bajo

Por estas razones, estas redes fijas de sensores no ofrecen una visión completa de la realidad urbana. Para tratar de superar estas limitaciones han desarrollado un novedoso sistema complementario que es eficiente, económico y permite obtener datos de los principales parámetros ambientales de forma dinámica.

Se trata de usar vehículos, preferiblemente aquellos destinados al transporte público urbano, que incorporen los sensores necesarios para la medición de los parámetros medioambientales. Con ello se consigue monitorizar completamente las rutas que estos vehículos llevan, permite la creación de mapas dinámicos de contaminación y además permite establecer una relación entre el tráfico y la polución en cualquier punto del recorrido.

El proyecto piloto se está desarrollando en la ciudad de Gijón hasta finales de este año. Para ello han equipado un vehículo eléctrico con los sensores que miden el dióxido de nitrógeno (NO2), el monóxido de carbono (CO), el ozono (O3), la temperatura y la humedad relativa. El vehículo realiza rutas urbanas e interurbanas para medir estos parámetros. Los datos obtenidos son enviados en tiempo real a la plataforma OARION para su tratamiento. Con esta información se generan unos mapas dinámicos en los que se puede observar en distintas capas estas variables ambientales, lo que permite realizar estudios comparativos sobre el tráfico, la movilidad y la contaminación y la meteorología.