Reflexionando sobre los sistemas de comunicación entre vehículos (V2V) y con la infraestructura (V2I)


Cada día vemos más noticias relacionadas con fabricantes de vehículos y responsables de la gestión del tráfico que están desarrollando e implantando sistemas para facilitar la comunicación automática entre los vehículos (V2V) y con las infraestructuras (V2I), para permitir que los conductores tengan de forma instantánea información que les permita anticipar posibles riesgos, y tener un viaje más seguro y placentero.

Sin embargo, junto con estas noticias, surgen algunas preguntas sobre las que vamos a reflexionar en este post:

  • ¿Revolucionará el V2V la conducción?
    • Más que una revolución, el V2V supone una evolución lógica en un entorno que cada días más tiende a buscar la comunicación (entre vehículos, con los usuarios, o con la infraestructura) y la automatización, con el objetivo final de mejorar la seguridad vial en las carreteras. En principio, estos sistemas ofrecerán una eficaz ayuda a la conducción, alertando en tiempo real de posibles peligros en la vía, e incluso llegar a tomar el control momentáneo del vehículo si se detecta peligro de colisión. Los sistemas V2V y V2I son la base de sobre la que se asentará la verdadera revolución que pronto veremos, la conducción autónoma.
  • ¿Cuándo veremos coches en las carreteras con estos sistemas?
  • A modo de pruebas, o en entornos controlados, ya podemos ver vehículos que cuentan con estos sistemas, consiguiendo de este modo mejorarlos y popularizarlos para el gran público. De cara a su uso real por la población, seguramente aún tardaremos tiempo en ver estos sistemas – que serán tanto más eficaces cuantos más vehículos los incluyan –  plenamente operativos. Primero se han de desarrollar sistemas totalmente fiables, establecer los estándares de comunicación entre vehículos (de distintas marcas y modelos) y luego se ha de favorecer la introducción en los vehículos y en las infraestructuras viarias por parte de las autoridades, como acaba de anunciar el Departamento de Transporte de Estados Unidos.
  • En este caso, la implantación efectiva no es un tema únicamente de tecnología (que está ya muy desarrollada), sino que tiene asociados importantes aspectos colaterales administrativos y operacionales que es preciso clarificar con antelación a su implantación extendida.
  • ¿Cuales son las principales ventajas de este sistema? ¿Y sus defectos
    • Las principales ventajas son las relativas a contar con una mayor información sobre lo que ocurre en la carretera, lo que en última instancias contribuye a poder desarrollar una conducción más segura, y a reducir el número de accidentes. Los sistemas de ayuda a la conducción que pueden desarrollarse gracias a la comunicación que establezcan los propios vehículos puede evitar muchos accidentes derivados de la falta de atención o imprudencia de los conductores.
      • Algunos ejemplos: Un vehículo que circulan delante puede avisar a los que circulan detrás si ha detectado la presencia de hielo en la carretera, o si ha tenido que realizar una frenada de emergencia por encontrar un obstáculo en la vía (como una piedra u otro coche parado). En los cruces pueden conocer el paso de vehículos y evitar el acceso en caso de detectarse peligro de colisión. En carretera puede servir para evitar colisiones por alcance con el vehículo que nos precede, o alertar de la presencia de vehículos de emergencias en las proximidades para favorecer su paso.
    • Los defectos, también parecen claros, y son las posibles distracciones, constantes avisos o problemas derivados de una información excesiva que no siempre resulte de utilidad al conductor. 

Sin duda son sistemas que van a contribuir a mejorar la seguridad en nuestras carreteras, ofreciendo más y mejor información a los conductores, pero que deben ser usados con el cuidado de evitar que se conviertan en una fuente de distracción al volante.