Tecnología, que no se ve, para conseguir un tráfico fluido en las ciudades


Conseguir tener un tráfico fluido en las ciudades, donde cada vez más personas utilizan el vehículo para sus desplazamientos, requiere contar con avanzados sistemas tecnológicos, generalmente ignorados por los usuarios, pero imprescindibles para gestionar de una forma eficaz la movilidad de vehículos y personas.

Hoy vamos a mostrar, gracias al artículo que leemos en la web de BBC, algunos de estos sistemas que utilizan las grandes ciudades para evitar atascos y permitir desplazamientos rápidos y fluidos.

Fenómenos como que los semáforos se van poniendo en verde conforme se acerca el vehículo a ellos, no son debidos a una suerte especial del conductor, sino a una gestión inteligente del centro de control que sincroniza los mismos cuando es seguro y útil realizarlo. Estas acciones, en muchos lugares como Copenhague, se realizan tanto para los vehículos como para los ciclistas.

En Reino Unido, cuentan con sensores colocados en las carreteras, que permiten informar en tiempo real del número de vehículos en cada vía, coordinándolo con señales variables que limitan la velocidad máxima permitida cuando el número es excesivo, para evitar posibles atascos.

En España también hemos visto sistemas muy similares, implantados a modo de prueba en ciudades como Santander, Zaragoza o Barcelona, y de los que ya hemos hablado en Tecnocarreteras (semáforos inteligentes).

Tan importante como saber utilizar las tecnologías que mejor se adaptan a cada circunstancia en la gestión del tráfico, es tener en cuenta aspectos psicológicos, que influyen de forma decisiva en el comportamiento de conductores. Como indica el investigador de la Universidad de Southampton, Nick Hounsell, las dinámicas de tráfico son muy sensibles a pequeñas variaciones, lo que se conoce como Efecto Mariposa.

De esta forma, pequeñas variaciones del tráfico pueden ocasionar enormes cambios y molestias, como por ejemplo, las que ocurren debido a las reducciones de marcha que se suelen realizar cuando los conductores pasan cerca de un accidente cercan, para observar lo que ha ocurrido. Precisamente para evitar que la curiosidad lleve a los conductores a aminorar su marcha, el gobierno británico coloca paneles en la carretera que hace invisible el accidente al resto de conductores, eliminando un nuevo foco de problemas.

Igualmente, junto con el uso eficaz de la tecnología para gestionar el día a día de la forma más eficaz, los responsable del tráfico de las grandes ciudades también trabajan en modelos que permitan coordinar y gestionar el tráfico de forma fluida. Para ello, además de los mecanismos tradicionales, en los últimos tiempos se está prestando gran hincapié a analizar la forma de desplazarse de determinados grupos de animales, como las hormigas cuando buscan comida, para su uso en escenarios humanos más complejos.

Tecnología, ideas y recursos que se tienen que emplear para conseguir un tráfico más fluido. Quizás con la llegada de los vehículos inteligentes, todo esto se solucione, pero todavía queda mucho tiempo hasta que podamos presenciar ese escenario, de forma masificada.