El futuro de las señales de tráfico


Pocos elementos son más comunes en nuestras ciudades que las señales de tráfico y, sin embargo, no es seguro que esto se mantenga invariable en un futuro: por una parte la proliferación de zonas compartidas, y por otra el imparable avance de los vehículos conectados, pueden llevar a que las señales sean algún día sólo un recuerdo del pasado.

Así lo afirma al menos el experto Alistair Gollop, que acaba de publicar un interesante libro sobre las señales de tráfico, su historia, utilidad y características, y su incierto futuro.

La constatación de que las señales de tráfico incorporan una demora adicional al mismo cuando hay poco volumen de vehículos, aunque supongan una ventaja cuando hay mucho tráfico, lleva a plantearse la necesidad de, al menos, tratar de mejorar el sistema actual.Para ello, el libro plantea dos aspectos que deben ser tenidos en cuenta por las autoridades:

  1. La necesidad de contar con más señales que puedan funcionar bajo demanda, o ser adaptadas a diferentes escenarios de tráfico y condiciones. El uso de señales estáticas, o de semáforos con ciclos prefijados e inamovibles, supone una ineficiencia clara que se debe evitar con las nuevas tecnologías.
  2. La importancia de hacer uso intensivo de las nuevas tecnologías, los nuevos sistemas que recopilan datos (sensores, teléfonos móviles, sistemas de captación de información e todo tipo), y saber comunicarla a todos los usuarios, para que tengan información actualizada y útil en todo momento.

En definitiva, se trata de aspectos conocidos por todos, pero en los que es importante seguir insistiendo, por las ventajas que traería su uso.