Muchas de las campañas de concienciación y mejora de la seguridad vial durante este año están centradas en evitar las distracciones de los conductores al volante, pero según leemos en la web de El Español, no todas las distracciones son igual de peligrosas, siendo las relacionadas con el teléfono móvil (consulta o envío de mensajes), las que representan un mayor peligro.
Si hasta la fecha únicamente nos basábamos en sensaciones para determinar que lo más peligroso al volante eran las distracciones provocadas por el teléfono, un prestigio estudio de la Universidad de Houston incide ene esta idea: es mucho más peligroso que otros despistes del conductor, o que conducir en un estado anímico de alteración.
El motivo, según los investigadores, es que nuestro cerebro no reacciona igual ante tres tipos de situaciones que lo podrían distraer en su conducción, las preguntas desafiantes, las cuestiones con carga emocional, o el envío de mensajes.
A pesar de que hubo aspectos que se demostraron comunes a los tres (el aumento del estrés y el nerviosismo al coger el volante), la diferencia más clara llegó en que en el escenario de envío de mensajes, la desviación máxima del carril era mucho más pronunciada que en los otros supuestos. Algo, por otra parte, completamente lógico, ya que el envío de mensajes obliga a fijar la vista en el móvil, quitándola de la carretera.
Los investigadores determinaron que la clave de este fenómeno está en la coordinación ojo-mano, que una vez se interrumpe, es un proceso que no se reactiva automáticamente, siendo en estas pequeñas fracciones de tiempo donde más riesgo hay de accidente.
Una constatación empírica que no deja de ser un motivo más para incidir en que, al volante, 0 distracciones.