Las características propias de los túneles hacen que sean unas infraestructuras en las que pueden ir apareciendo con el paso del tiempo pequeños problemas como filtraciones de agua, desconchamientos o desprendimientos de fragmentos sobre la vía. Para que esto no llegue a afectar a la seguridad de los usuarios es necesario realizar inspecciones periódicas para la revisión de su estado, lo que requiere en muchos casos el corte de la circulación y un importante equipo humano.
Científicos de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) están participando en el proyecto europeo ROBINSPECT, en el que se está desarrollando un sistema robótico inteligente para la inspección de forma automatizada de túneles de carreteras y ferrocarril.
En la actualidad, la mayoría de inspecciones se realizan mediante la observación directa por parte de los operarios, lo que resulta lento y requiere el corte del tráfico de calles o tramos enteros. El proyecto ROBINSPECT pretende a un tiempo aumentar la calidad de las inspecciones, evitar los cortes de tráfico y reducir los costes en la mano de obra empleada.
Para ello se dotará a un vehículo con una pluma de grúa y un brazo robótico equipado con un amplio sistema de sensores (visión artificial, ultrasonidos y tacto) que aportará la precisión y movimiento inteligente para llevar a cabo la inspección. El equipo permitirá por ejemplo medir la deformación radial de la sección transversal de los túneles, la distancia entre grietas paralelas o detectar juntas abiertas con precisiones milimétricas.
El primer prototipo completo de esta grúa robótica de alta tecnología estará listo a finales de 2014. Se realizarán pruebas reales en tres escenarios: El metro de Londres, tres tramos subterráneos de la autopista griega de Egnatia y unos túneles experimentales de VSH en Suiza.