Un neumático que se infla él solo cuando detecta que está perdiendo presión


Para que los neumáticos de nuestros vehículos funcionen correctamente han de llevar la presión especificada por el fabricante. En caso contrario, además de resultar peligroso pues se reduce la capacidad de agarre y se aumenta la distancia de frenado, es muy ineficiente, ya que se reduce la vida útil del neumático y se aumenta el consumo de combustible y las emisiones de CO2.

La empresa checa de tecnología CODA está buscando fabricantes de neumáticos que quieran integrar en sus modelos el sistema que han patentado llamado SIT (Self Inflating Tire) que permite mantener la presión idónea del neumático en todo momento llegando a inflarse por sí mismo en caso de detectar que la presión ha bajado de su nivel óptimo.

Para conseguir esto, el sistema integra una cámara de tubo peristáltico en el lateral interno del neumático donde éste se apoya en la llanta. La propia presión que el peso del vehículo ejerce sobre esta cámara hace mover el aire internamente con el giro de la rueda. Una pequeña válvula que que ejerce de regulador de presión permite la entrada de aire desde el exterior en caso de que la presión interna no sea la adecuada.

Además de por pequeñas pérdidas normales de aire, el neumático no tiene su nivel de presión adecuado al inicio de la marcha si está frío. En ese caso la válvula permite el paso de aire del exterior hasta que se alcanza el nivel óptimo de presión, momento en el cual el circuito corta la entrada de aire del exterior.

De esta manera el neumático circula siempre a la presión indicada, mejorando su respuesta y agarre, aumentando la seguridad y reduciendo el consumo. Circular durante 1 kilómetro con un neumático que utilice este sistema hace que recupere, en solo ese tramo, la pérdida de hasta un 2% de aire mensual que se calcula que pierden de forma natural.