¿Cómo habría que diseñar los semáforos para que fueran más efectivos?


A pesar de que los semáforos es uno de los elementos cuya apariencia estética menos ha cambiado en los últimos años, cada vez vemos más iniciativas y proyectos que buscan, manteniendo su esencia (establecer un sistema de prioridades de paso utilizando colores), ofrecer soluciones que sean más eficaces.

Más allá de los semáforos inteligentes, conectados, y que se adaptan a cada situación, de los cuales hemos hablado ya en numerosas ocasiones en Tecnocarreteras, hoy nos vamos a centrar en el semáforo como elemento individual, para ver cómo se podría hacer que fueran más efectivos.

Ésta es, según leemos en la web Ingeniería en la red, la pregunta que se han realizado investigadores de la Universidad de Granada, en concreto en su departamento de Investigación de la mente, cerebro y comportamiento, y las conclusiones son las que siguen.

Un semáforo ideal tendría únicamente las dos fases clásicas – rojo y verde – con un indicador de tiempo que permitiera conocer con exactitud el momento en el que van a cambiar de fase, que podría complementarse con una imagen que, a modo de reloj de arena, permitiera también hacerse la idea aproximada sin tener que visualizar el número.

El color ámbar se eliminaría en este modelo, ya que según los investigadores no presenta ninguna ventaja para evitar accidentes, ofreciendo una incertidumbre que en ocasiones puede ser negativa en la carretera.