Carreteras del futuro (cercano): Qué elementos tendrán, y qué hace falta implementar


Tanto las infraestructuras como los medios de transporte están teniendo una gran evolución en los últimos años, ofreciendo una movilidad más inteligente y conectada, que se está implantando de forma paulatina.

Aunque todavía falta un tiempo hasta que veamos circular con normalidad a los vehículos autónomos por nuestras carreteras, sí que se están dando ya importantes pasos previos hacia las carreteras del futuro, entre los que podemos destacar:

  • Una red de comunicación a mayor velocidad (5G), que va a dar soporte a todos los sistemas conectados que cada vez más van a aparecer, así como a los sistemas inteligentes implantados tanto en las vías como en los vehículos.
  • Cada vez más se avanza hacia un modelo en el que «todo está conectado», tanto los vehículos con la infraestructura (enviando y recibiendo información de interés sobre, por ejemplo, el estado de la vía o el tráfico), como de los vehículos entre sí. Esta información, bien gestionada, resulta fundamental para mejorar la seguridad.
  • Modernización y mejora de los sistemas ITS implantados por las carreteras: la carretera dejará de ser una mera infraestructura física y se convertirá en una autopista de información y comunicación integral.
    • Carreteras que advertirán a los conductores cuando haya peligro o exceso de velocidad de diferentes formas, tanto visuales (con leds o iluminación) como sonoras.
    • Contarán con cruces inteligentes e incorporarán avanzados sensores y dispositivos de comunicación que permitirán reducir al máximo los tiempos de rescate en caso de accidente.
    • Sistemas ITS de la carretera cargados de forma sostenible, con elementos colocados en la infraestructura (en la propia carretera o en los lados) para aprovechar la energía (solar o eólica).
  • Muchas otros servicios e innovaciones de interés:
    • Sistemas de seguridad pasivos mucho más avanzados, que responderán de una forma u otra en función de la velocidad del impacto, para aumentar la seguridad de los conductores.
    • Pintura de las marcas viales, visibles en cualquier circunstancia, y dinámica (sirve para varias funciones).
    • Priorización del vehículo eléctrico, con carriles especiales para estos vehículos, que permitirán además la carga del mismo durante el trayecto.
    • Nuevos materiales, más sostenibles o que durarán más.
    • Pago dinámico en función del tráfico o congestión de la vía, para conseguir organizar el tráfico en tiempo real de una forma automática.